Paseo Lagos #212, Col. Paseos del Lago, Tlaquepaque, Jalisco, México.

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Fundador J.P.II

NUESTRO FUNDADOR

Padre José Álvarez Herrera

Fuimos fundadas en Guadalajara, Jalisco, México por el Padre José Álvarez Herrera,+ Misionero de Guadalupe, el 20 de marzo de 1988.

El Padre José Álvarez Herrera, siendo sacerdote Misionero de Guadalupe, acogió la inspiración del Espíritu Santo que le infundió el ímpetu de ganar para Cristo millones de almas no cristianas de todas partes del mundo. Dicha inspiración la concretiza en la fundación de un Instituto misionero femenino, dado que “el Espíritu Santo suscita en la Iglesia Institutos, que reciben como misión propia el deber de la evangelización, que pertenece a toda la Iglesia”. (AG 23)

Hna. Analí

NUESTRA MISIÓN

Nuestro lema resume y explica muy bien nuestro carisma:

“Mi vida entera Señor, para que te conozcan y te amen”.
Como Misioneras de Guadalupe, nos mueve un deseo ardiente de que todos los hombres alcancen la salvación, a través del conocimiento de Cristo, de su vida, su palabra y sobretodo, a través de su entrega en la cruz. Para esto, buscamos hacer presente el Reino de Dios, especialmente en los lugares más lejanos y poco alcanzados por la Iglesia, cumpliendo así con el mandato misionero de “Ir por todo el mundo a llevar la Buena Nueva”.

(MC 1615)

LA EUCARISTÍA

La Eucaristía es la fuente principal de nuestra espiritualidad. De la adoración, comunión y celebración de la Eucaristía, brota el dinamismo contemplativo y misionero de nuestro carisma. Unidas a Jesús como hostias vivas nos ofrecemos al Padre por la salvación de todos los hombres.
Virgen de Gpe

Santa María de Guadalupe

Modelo supremo de consagración al señor y ejemplo perfecto de evangelizadora.

 

Santa María de Guadalupe es el modelo perfecto de evangelización inculturada, es decir que en su mensaje a Juan Diego y en el códice de su imagen, rescata todo lo bueno y verdadero de la cultura indígena y lo lleva a plenitud en Jesucristo. Ella es nuestra patrona y modelo supremo de misionera y evangelizadora. Nosotras nos esforzamos día a día en imitarla, teniendo sus mismas actitudes de amor y compasión hacia cada hermano que servimos, de manera especial a los más pobres y necesitados, para que reconozcan su dignidad de hijos de Dios y vivan en su amor.